- Área: 5 m²
- Año: 2015
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Fotografías:Manuel Ribeiro
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Proveedores: Saint-Gobain, Serafim Pereira Simões Sucessores
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Se trata de una obra total, con operaciones de consolidación estructural, recuperación de techos, espacios de rehabilitación, obra nueva, conservación y restauración.
El proyecto involucra a todas las áreas de la Iglesia y lo que queda del Convento. El Palacio Real se demolió a fines del siglo XIX, después de un proceso de declive y abandono que comenzó con la pérdida de la independencia en 1640, seguido del saqueo por las invasiones francesas y la extinción de las órdenes religiosas. La ciudad se apropia de este espacio.
El edificio del convento y el Palacio Real que se desarrolló hasta la fuente de la Iglesia y donde se mezclaron la experiencia monástica y la vida cotidiana de la Corte, se encuentra al este con la Sala Capitular, la Capilla Bonés y tres tramos originales del ala este del Claustro, una interpretación en ruina de los arcos del claustro norte adosado a la iglesia y un pórtico del claustro oeste que limita el pequeño jardín que se dejó para el templo.
La intervención requerida se admite en cuatro acciones principales que tienen lugar en superposición y concurrencia:
- Reconsolidación estructural, a través de un sistema de clavado integrado en la masa de los muros, contrafuertes interiores y barras de acoplamiento en la nave, para introducir la resistencia adecuada del edificio y el complejo a la acción sísmica reguladora, también para el reemplazo del antiguo Royal Hall destruido en el ultimo siglo.
- Reemplazo del ala antigua de las celdas del Convento de los monjes en la sala de la Casa Capitular y la Capilla Bonés, recientemente redescubierta para el espacio del museo que exhibe la colección de la Iglesia, en conjunción con un nuevo sistema de accesibilidad con Itinerarios separados para visitantes, caminos de adoración y liturgia.
- Reemplazo total de la cobertura existente y sus sistemas de drenaje para eliminar gran parte de las patologías del edificio, incluida la finalización de una cubierta sobre el claustro.
- Conservación y restauración correcta, con respecto a la marca del tiempo y sin excesos de esplendor, pues es probable que nunca los haya tenido: de murales y caballetes, altares y tallas de madera respectivas, imágenes, azulejos, artefactos religiosos, etc.
Patrimonio móvil e integrado, incluyendo, por supuesto, la Capilla Bonés, espacio de meditación y reflexión sobre la brevedad y la transitoriedad de nuestra existencia.